Tras una noche de diluvio empezamos un nuevo día de ruta. Dejamos atrás Janjangbureh, una ciudad que se encuentra situada la isla más grande del Río Gambia y que durante muchos años fue conocida, lamentablemente, por ser un lugar importante en tiempos de esclavitud.
Para cruzar el río tomamos una pequeña barca que nos acerca, en tan solo unos minutos, a la otra orilla. Tras un tramo más de viaje llegamos al poblado de Sara Nyaga, dónde se esta construyendo la escuela Alma Solidaria.
El pueblo nos recibe con los brazos abiertos y nosotros, emocionados, conocemos cómo esta la construcción. La escuela que en un principio iba a ser para 150 niños, aun sin estar acabada, ya esta dando cobijo y lugar de estudio a más de 300. Jóvenes de cinco poblados de alrededor se acercan a Sara Nyaga para estudiar en diferentes turnos del día y las 30 familias locales están contentas por ser la referencia de la zona. El pueblo conoce que pronto se iniciarán las obras para seguir ampliando aulas y que la escuela Alma Solidaria podrá seguir dando un espacio de formación a los chicos de la zona. Para nuestra sorpresa y agrado, nos explican que en las instalaciones se están realizando diferentes talleres de concienciación social cómo conferencias sobre la explotación sexual, abuso y igualdad de género.
En el mismo poblado hacemos entrega de 50kg de arroz, ropa y juguetes como los balones que fueron donados por el CF Can Vidalet. Tras una reunión con el alcalde, el pueblo nos ofrece un rezo para agradecer nuestra aportación.
El camino, aún con algún bache, está resultando fascinante. En Gambia, como dicen los locales, no pasa nada. Aunque a nosotros nos están pasando muchas cosas y estamos conociendo lugares y personas con alma.