Amanecemos en Soma y después de un desayuno con café y tortilla, nos dirigimos a comprar 4 sacos de 50kg de arroz para repartir en los poblados que se encuentran situados de camino a Janjangbureh.
Visitamos 3 poblados que nos han enseñado sus bailes y sus tradiciones. Alguno de ellos esta en plena actividad de plantación de mango y otros se encuentran realizando sus tareas de agricultura. Todos ellos han atendido nuestra llegada con mucho cariño y atención. Nos han abierto sus humildes casas de adobe con tejados de brezo para ofrecernos un té y han agradecido efusivamente el reparto de arroz a todas las familias.
Vivimos historias que nos quedarán marcadas. Como una charla con un padre de familia en uno de los poblados más cercanos Janjangbureh que nos explicaba que hoy era el día más feliz desde hacía mucho tiempo. Las últimas tormentas habían estropeado su cosecha y justo ayer se había quedado sin comida. Hoy estaba nervioso porque no tenía cómo dar de comer a sus cuatro hijos…
Alguno de los poblados ha decidido realizar, en agradecimiento a nuestra ayuda, un rezo conjunto para pedir a Ala por nuestra suerte: “Que vuestra buena fe por querer ayudar se convierta en suerte.”
Ya en Janjangbureh nos ha recibido la lluvia. Nos faltaba conocerla a ella y su carta de presentación ha sido una tarde sin dejar de llover. Mañana llegaremos a Sara Nyiga, el poblado en el que se encuentra la construcción de la Escuela Alma Solidaria.
Samuel, gracias por tus relatos ...
Alma, gracias por tu buen hacer ....
Un abrazo gigante a todo el grupo y un GRACIAS gigante por vuestras acciones
Con estos textos veo realmente en qué sociedad nos hemos convertido. Consumismo extremo. Esto es a lo que me niego.Rezo por aquellos pobres de lo material pero ricos en bondad y amor.